Preparación y recuperación en el embarazo

Buenas en el artículo de hoy vamos hablar de por qué es importante realizar Pilates (supervisado siempre por un experto), para cuidar nuestro cuerpo durante el embarazo facilitando el parto y después para mejorar tu recuperación. 

¿Qué nos ocurre?

A nivel muscular

Durante las 40 semanas de embarazo nuestro centro de gravedad sufre un cambio por el aumento de volumen de nuestra faja abdominal y tras el parto este centro de gravedad debe volver a su lugar fisiológico. Nuestra postura corporal por tanto se ve afectada, con el consecuente acortamiento de unos músculos y alargamiento de los contrarios. Cuando nuestro cuerpo no es capaz de compensar los efectos que éste cambio supone en nosotras es donde ocurren los síntomas secundarios tales como: ciática, lumbalgias, sobrecarga muscular en la espalda, dolor en las caderas, mala circulación de piernas, fascitis, diastasis…

Psoas e ilíaco

Este cambio en nuestra postura con el embarazo comienza en la zona de la pelvis que sufre un movimiento llamado anteversión en el cuál nuestra pelvis se orienta hacia el suelo provocando una hiperlordosis lumbar (aumento de la lordosis fisiológica) esto en ocasiones se acompaña de un aumento de tensión en el músculo psoas e ilíaco. 
Dicho músuculo se encuentra localizado desde la última vértebra dorsal (T12) sigue por las lumbares L1 hasta la L5 y S1, recorre toda la cresta ilíaca y se inserta en el hueso del femur. Es responsable de muchos dolores lumbares y es muy propenso al acortamiento. 
La estabilidad de nuestra lumbar depende de nuestro diafragma, suelo pélvico, musculatura intrínseca de la columna y el transverso del abdomen. Y es aquí donde una buena actividad guiada tanto en el embarazo como en el post-parto puede ayudaros, ya que éstos son los principales pilares de nuestro trabajo en las clases.

Como consecuencia de esta modificación de la pelvis, suele acompañarse una rotación externa de nuestras caderas por lo que abriremos nuestro apoyo en los pies y nuestra base de sustentación, para ser capaces de mantener el equilibrio. En nuestras clases trabajamos de manera frecuente la propiocepción y el equilibrio de nuestro cuerpo para ser capaces de contrarrestar dicha falta. 
Es frecuente que con el paso de las semanas se produzca un aumento en el tamaño y peso de nuestro pecho. Según especialistas ésto también modifica la biomecánica de nuestra espalda modifica de nuevo nuestro eje corporal.

Nuestra musculatura del cuello y de espalda se activará más y trabajará de manera incorrecta. Por ello debemos trabajar el fortalecimiento de la musculatura y el estiramiento de los músculos de la zona anterior del cuerpo para contrarrestar el aumento de la cifosis en nuestra zona dorsal. 

A nivel visceral

También vamos a hablar de cómo cambia nuestro cuerpo a nivel interno. No solo a nivel anímico y hormonal que seguro que todas vosotras ya habéis leido mucho al respecto, sino a nivel visceral. Sí, a nivel visceral ya que nuestro bebe va creciendo en nuestro útero y poco a poco va instalándose en toda nuestra cavidad abdominal sin pedir permiso.

Por todo ello hay un desplazamiento de la posición normal de las visceras, una disminución del peristaltismo abdominal entre otros y nos ocasionan síntomas como el reflujo gastroesofágico, digestiones pesadas, estreñimiento
Es muy importante que tras el parto o cesárea todo vuelva a ocupar su lugar fisiológico ya que si no nuestro cuerpo no volverá a recuperar la normalidad a nivel interno. 

Las claves de nuestro método

Las claves de trabajo en nuestro centro FisioLILS por tanto son: 

Mejorar la movilidad y relajación del diafragma a través de un correcto patrón respiratorio durante las clases de Pilates embarazo, y en nuestras clases de hipopresivos y de entrenamiento post-parto. 

Una activación del transverso abodminal desde la cuál sean capaces de realizar los ejercicios de forma correcta, dando prioridad a la calidad del ejercicio en lugar de la cantidad del mismo.

Restaurar la fuerza de las estructuras intrínsecas y extrínsecas de la pelvis y el suelo pélvico en todas nuestras sesiones. 

Enseñar y activar la elongación axial que potencie nuestra musculatura profunda de la columna vertebral.

 Normalizar nuestra postura, buscando una postura fisiológicamente correcta y que no nos ocasione dolor posterior: fortaleciendo los músculos que están debilitados por el embarazo y estirar los músculos que se han quedado acortados (responsables del mantenimiento de nuestra postura).

Conclusión

Podemos minimizar los efectos físicos del embarazo utilizando una de las mejores medicinas de todos los tiempos: el movimiento.

Cuidándonos nosotras cuidaremos de nuestros pequeños. Así que, no esperes más y empieza desde ya.